El ingreso al Nivel Inicial de la Educación es uno de los cambios más importantes en la vida de un niño o niña.
Para ayudarlos a dar este paso debemos tomar en cuenta algunos aspectos:
1. Los padres deben estar convencidos de su decisión de mandar al niño o niña al centro de educación inicial.
2. Una vez tomada la decisión, visite varios centros para elegir el que esté más de acuerdo a sus necesidades e intereses.
3. Prefiera un centro que esté reconocido por el Ministerio de Educación y Cultura. Este reconocimiento reciben los centros que cumplen los requisitos para funcionar como establecimiento de Centro Educativo de Nivel Inicial, infraestructura adecuada, certificados sanitarios para los alimentos, moviliarios adecuados, docentes titulados, lineamientos pedagógicos, material didáctico adecuados, etc.
4. Es fundamental que los padres confíen en el personal, para así aceptar sus sugerencias, hacer las preguntas que quieran, etc. Es realmente conveniente llevar al niño o niña a visitar el centro elegido algunos días antes del inicio de clases, para que así se vaya familiarizando con las profesoras del lugar.
viernes, 15 de marzo de 2013
LA PROFESION DOCENTE
El que escoge la profesión docente, comienza un camino que está
profundamente marcado por el fin último y primera prioridad que incluye
su práctica: que los estudiantes aprendan y se desarrollen.
Esa prioridad involucra una responsabilidad enorme, y requiere de personas que tengan grandes capacidades, difíciles de enumerar en dos párrafos. De lo que no hay duda es que esas capacidades involucran una gran exigencia, a la que en el día a día los profesores deben dar respuesta. Tenemos la opción de dejar que esa exigencia sea algo externo, en ocasiones molesto, o asumirla como propia. Que un profesor deba estar al tanto de cómo se divierten sus alumnos, de qué lugares obtienen la información, qué es lo que les interesa, cómo aprenden mejor… ese es el desafío. Conocer a los alumnos, hoy como antes, pero también hoy más que nunca, cuando el avance en la diversidad de opciones para acceder al conocimiento es muy rápido y es necesario estar al día. Conocer lo que hacemos, significa actualizarse, no sólo con lo que está en un libro, también con lo que hacen otros en mi tema, con lo que se está descubriendo, hoy están las vías para acceder a esa información. Conocer como lo hacemos, estando abiertos a mirarnos y escrutarnos, permitiendo que otros nos miren y nos apoyen en el proceso de mejorar.
Ahora bien, ¿como vamos de la intención a la acción? Es una discusión a seguir.
Esa prioridad involucra una responsabilidad enorme, y requiere de personas que tengan grandes capacidades, difíciles de enumerar en dos párrafos. De lo que no hay duda es que esas capacidades involucran una gran exigencia, a la que en el día a día los profesores deben dar respuesta. Tenemos la opción de dejar que esa exigencia sea algo externo, en ocasiones molesto, o asumirla como propia. Que un profesor deba estar al tanto de cómo se divierten sus alumnos, de qué lugares obtienen la información, qué es lo que les interesa, cómo aprenden mejor… ese es el desafío. Conocer a los alumnos, hoy como antes, pero también hoy más que nunca, cuando el avance en la diversidad de opciones para acceder al conocimiento es muy rápido y es necesario estar al día. Conocer lo que hacemos, significa actualizarse, no sólo con lo que está en un libro, también con lo que hacen otros en mi tema, con lo que se está descubriendo, hoy están las vías para acceder a esa información. Conocer como lo hacemos, estando abiertos a mirarnos y escrutarnos, permitiendo que otros nos miren y nos apoyen en el proceso de mejorar.
Ahora bien, ¿como vamos de la intención a la acción? Es una discusión a seguir.
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